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La revista Psicothema fue fundada en Asturias en 1989 y está editada conjuntamente por la Facultad y el Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo y el Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias. Publica cuatro números al año.
Se admiten trabajos tanto de investigación básica como aplicada, pertenecientes a cualquier ámbito de la Psicología, que previamente a su publicación son evaluados anónimamente por revisores externos.

PSICOTHEMA
  • Director: Laura E. Gómez Sánchez
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Psicothema, 1993. Vol. Vol. 5 (nº 2). 461-463




MENTE Y CONDUCTA

José Eugenio GARCIA-ALBEA

Editorial Trotta. Madrid, 1993.

REVISION DE LIBROS/BOOK REVIEW

En el siglo XVII, de la mano del cartesianismo, se afirmaba que los animales eran máquinas: en el XIX, vía evolucionismo, se intentó demostrar que los hombres no sólo pertenecían sino que derivaban del reino animal, para terminar en el XX discutiendo, desde ámbitos como la inteligencia artificial y la psicología cognitiva, si los hombres son un tipo especial de máquinas o si pueden construirse máquinas que funcionen como los hombres. El silogismo es perfecto: los animales son máquinas, los hombres son animales, luego los hombres son máquinas. Lastima que la derivación histórica no sea nunca lineal y que los términos del argumento signifiquen diferentes cosas en función del contexto y el marco conceptual. Así, la caracterización que hace García-Albea del hombre como máquina poco tiene que ver con un artefacto regido por procesos mecánicos explicados a partir de las propiedades físicas de sus componentes, y carente de pensamiento e intenciones, es más bien, como señala, un sistema biológico capacitado para operar simbólicamente y, dotado, por tanto, de intencionalidad.

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La mente, lo mental, es descrito en términos de representaciones mentales, provistas de contenido intencional y susceptibles de transformaciones formales que provocan, en última instancia, la conducta intencional. Serán por consiguiente los distintos procesos mentales del individuo los determinantes finales de su conducta. Y la relación que se establece entre los términos mente y conducta será una relación de implicación causal similar a la que el conductismo establece entre los términos estímulos y respuestas. Esta es la tesis fundamental que como una veta profunda subyace y puede rastrearse a través de los capítulos del libro, para, de vez en vez, aflorar cristalizada en forma de argumentos. Sirve, además, de coartada al título. Paradójicamente, es la relativa heterogeneidad y especificidad de los distintos temas tratados las que explican la elección de un título tan amplio que puede aplicarse a este libro tan bien como a muchos otros. El autor, hay que agradecérselo, nos avisa desde la primera frase de esta diversidad: "Hay libros hechos de una sola pieza y libros que, como este, están hechos por piezas". Se impone pues proceder a informar sobre su estructura y contenidos.

Los distintos capítulos que integran el libro han sido agrupados en función de su proximidad argumental en cuatro apartados, que pueden reducirse a tres grandes bloques temáticos. El primer bloque está dedicado a temas de carácter metodológico y epistemológico. En el capítulo inicial se ofrece una clarificación conceptual de la expresión "simulación por ordenador", las posibles contribuciones del ordenador en la elaboración de teorías psicológicas, así como los requisitos que debe cumplir la simulación de un proceso psicológico para que sea considerada una explicación de tal proceso. Este capítulo constituye por sí solo un apartado denominado "Introducción metodológica". En el siguiente apartado "Cambio de paradigmas", se establece una contraposición entre la psicología cognitiva y el conductismo a través de las distintas concepciones y explicaciones que cada enfoque ofrece del comportamiento lingüístico, léase conducta verbal, si se prefiere. Además se trata de extender la distinción entre competencia y actuación a dominios cognitivos distintos del lingüístico, dentro de una concepción modular del sistema cognitivo humano. La derivación sigue los siguientes pasos. Primero, la mente es un sistema complejo constituido por distintos módulos con propiedades y funciones específicas. Segundo, esta modularidad del sistema se ve reflejada en la posibilidad de delimitar dominios cognitivos específicos. Tercero, los dominios cognitivos se caracterizan por una determinada estructura de conocimientos -competencia- y la capacidad de utilizar la información representada de acuerdo a algún fin -actuación-.

El segundo bloque, que se correspondería con el apartado "Psicología de los procesos básicos", nos ofrece la trayectoria y principales logros en el estudio de algunos procesos psicológicos básicos de los que se ha ocupado la psicología cognitiva, como la percepción, las representaciones mentales, la memoria y, relacionada con ésta, el aprendizaje. En el capítulo titulado "La percepción y el objeto de la psicología" se nos señala como el fenómeno perceptivo está en la base de la diferenciación sujeto-objeto de la distinción entre lo físico y lo psicológico. El sujeto en esta situación bien puede ser obviado psicológicamente reduciéndolo a un mecanismo biológico (postura conductista) y la percepción a una serie de procesos neurofisiológicos de transducción de energía (reduccionismo fisiológico), bien puede ser caracterizado en virtud de sus procesos mentales conscientes y sólo conscientes (postura mentalista). Los supuestos, implicaciones y filosofías subyacentes a estos dos enfoques son expuestos de manera particularmente clara y amena, resultando uno de los capítulos de más agradable lectura.

En el tercer bloque bajo el epígrafe "lenguaje y pensamiento" se recogen y desarrollan algunas de las tesis que sobre la mente y el lenguaje mantienen Fodor y Chomsky, respectivamente. Así, el sistema cognitivo humano es descrito como un sistema computacional que opera sobre representaciones mentales. Es la manipulación de la forma de las representaciones llevadas a cabo durante los procesos mentales la que genera los distintos estados mentales del sistema, es decir, su conducta intencional. El mecanismo causal que explica la conducta intencional es, por tanto, un mecanismo sintáctico, computacional. El lenguaje por su parte se presenta como expresión de una capacidad natural, innata, y específica de nuestra especie. Se aportan una serie de argumentos procedentes tanto de una perspectiva ontogenética como filogenética que vienen a corroborar algo que la mayoría de las personas ya saben: que los únicos chimpancés que imitan excelentemente a los hombres son aquellos que imitan a hombres que imitan excelentemente a chimpancés.

Como habrá quedado claro por lo escrito hasta aquí, el enfoque que informa todas las páginas del libro es el "funcionalismo cognitivo" de Fodor. Se puede decir, es un libro sobre psicología cognitiva. Sí, pero habría que añadir, funcionalista. Porque otros enfoques en el estudio de los procesos mentales son posibles (conexionismo), y no conviene forzar la identidad psicología cognitiva = psicología cognitiva funcionalista. De hecho, la renuncia expresa que el funcionalismo hace a buscar la relación entre las bases biológicas estructurales y las funciones cognitivas, no se mantiene siempre y cuando es necesario, y quizá posible, se señalan los fundamentos biológicos de ciertas funciones psicológicas como en el caso del lenguaje. Por otra parte, la extensión de la noción de competencia entendida como "conjunto de capacidades fijas del sistema –determinadas, en el caso del organismo, por su constitución biológica y dotación genética" (pag. 74) a todo tipo de dominios cognitivos, como propone el autor, parece que hace difícil mantenerse en un nivel puramente funcional. Se dirá, en algún párrafo se señala, que el establecimiento de las conexiones entre dos niveles explicativos diferenciados, el neurofisiológico y el psicológico, es la misión de la neuropsicología. Los trabajos, citados en el libro, de Marr y, colaboradores que toman en consideración para explicar la percepción visual no sólo los aspectos funcionales, sino también los componentes estructurales implicados, pueden ser una muestra de esta visión integradora a la que sin duda se llegará, bien se llame psicología cognitiva o neuropsicología o como quieran denominarla. Puede que Fodor tenga razón en que "no deja de ser una especie de accidente el que los sistemas psicológicos estén encarnados en sistemas biológicos". Se le podría contestar que los muertos por accidente están tan muertos como los muertos premeditados.

En resumen, libro que versa sobre la psicología cognitiva (¿Qué significa, cómo opera, sobre qué, cuáles son sus objetivos?), el paradigma dominante en la psicología actual y que como tal tiene al menos la virtud, como diría Feyerabend, de estar de moda. A esta virtud contextual cabría añadir las formales que emanan de una buena redacción y de una prosa cuidada. La bondad del contenido viene garantizada por un tratamiento riguroso, a la vez que ameno, de los temas tratados. En suma, léanlo que yo les garantizo placer en la lectura y abundante actividad cognitiva, sea ésta lo que sea.

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